Descripción
La cuarcita Azul Michelangelo es una de las piedras naturales de mayor reconocimiento del panorama internacional. Procedente de Italia, esta preciosa cuarcita nos presenta una puesta de sol llena de destellos que se plasma en las vetas aparentemente aleatorias, pero extraordinariamente armoniosas, de esta piedra natural. Como un eterno encuentro entre fuerzas ancestrales, el cielo y la tierra parecen fundirse en los tonos cálidos y fríos de la cuarcita Azul Michelangelo: como creados durante una tormenta nocturna, los tonos azules se destacan, perforando la tierra rojiza y polvorienta.
Esta piedra natural es una fuerza donde el tiempo se detiene, suspendida más allá del espacio y del momento presente. Destellos de luz filtrados a través de vibrantes ondas blancas amplifican el poder hipnótico de la cuarcita Azul Michelangelo. Su nombre rinde homenaje al artista que hizo de la escultura una asombrosa herramienta de comunicación, un apasionante lenguaje universal, capaz de trascender épocas y culturas. Este material está fabricado directamente por nuestra empresa Mármoles Andrés Marín, S.L.
TRATAMIENTOS EN LA SUPERFICIE
Pulido: Es el acabado por excelencia que consigue la superficie de la cuarcita totalmente lisa y un inimitable efecto espejo que refleja la luz, realzando la belleza de la piedra natural.
Uso y mantenimiento de la cuarcita
Usar
La cuarcita es una piedra natural altamente resistente y versátil, adecuada para diversas aplicaciones:
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Encimeras de cocina y baño: Resiste el calor y los arañazos mejor que el mármol, lo que la hace ideal para espacios de alto tráfico.
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Revestimientos de paredes: Aporta un toque elegante y sofisticado en interiores y exteriores.
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Suelos: Su durabilidad la convierte en una opción excelente para áreas de mucho uso.
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Chimeneas y muebles: Su resistencia al calor la hace perfecta para revestir chimeneas y fabricar mesas o islas de cocina.
Mantenimiento
Aunque la cuarcita es muy resistente, se recomienda seguir estos cuidados para mantener su belleza:
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Limpieza diaria: Usar un paño suave con agua y jabón neutro. Evitar productos ácidos o abrasivos.
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Sellado periódico: Aunque es menos porosa que el mármol, se recomienda sellarla una o dos veces al año para evitar manchas.
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Evitar impactos fuertes: Aunque es dura, los golpes muy intensos pueden astillarla.
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Usar posavasos y salvamanteles: Para evitar marcas de calor o humedad en encimeras.
